Formación y Recuperación

11/06/2020

La formación para el empleo debe acompañar la etapa de recuperación económica y social

El COVID-19 ha causado una crisis sanitaria, social y económica sin precedentes en España, Europa y a nivel internacional.

La Formación Profesional para el Empleo tiene como objetivo capacitar a las trabajadoras y los trabajadores para el desempeño cualificado de las diversas profesiones, facilitando el acceso al empleo y favoreciendo la participación en la vida social, cultural y económica.

Esta definición, por repetida, no deja de ser una cuestión imprescindible, en la que hay que seguir insistiendo, ya que la formación debe seguir siendo, y en estos momentos poniendo si cabe más énfasis, una variable estratégica para el empleo, para los retos que hemos de afrontar como país en términos económicos y sociales.

Para la actual y compleja coyuntura se requiere de una estrategia industrial, abordar el tan necesario como demandado cambio de modelo productivo y de más recursos para la política de empleo.

Hay que priorizar las políticas de empleo, propiciando la incorporación de personas desempleadas de larga duración, de los futuros beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital. Y mención especial ha de ser para las nuevas generaciones. Son más de 300.000 Las personas jóvenes de entre 15 y 24 años entrarán en el mercado laboral antes de finales de 2020.

De otra parte, la digitalización de la economía que es motor consustancial al desarrollo de nuestra economía y sociedad es otro de los retos que se han de abordar.

La digitalización es un factor clave para la subsistencia y crecimiento de las empresas independientemente de su tamaño y sector de actividad.

El uso de las nuevas tecnologías y el aprovechamiento de las oportunidades que brinda internet son determinantes y urgentes.

Tal y como señala La Cámara de España, las pymes españolas muestran desviaciones frente a las del conjunto de la UE en áreas digitales. Además, las pymes no llegan a alcanzar los niveles digitales en su aproximación al mercado que tienen los propios usuarios.

Por tanto, el valor de la formación continua, el reciclaje y la capacidad de aprender, es reiteramos, un elemento estratégico para el crecimiento y desarrollo económico, el incremento de la competencia y la creación de empleo.