La España vacía (aunque también vaciada) necesita un desarrollo territorial cohesionado

28/01/2022

España es una península periférica en Europa, con algo más de medio millón de kilómetros cuadrados, compacta, que ocupa más del 80% de la Península Ibérica, y con dos archipiélagos, Baleares y Canarias, este último en el continente africano.

Se trata de una estructura geomorfológica compacta, sin una clara y dominante columna vertebral, pero con dos grandes áreas muy contrastadas: la Meseta y la Periferia.

Se ha reiterado con frecuencia que “España, geográficamente, es un continente en miniatura”. Hablamos de un espacio complejo y desigual. Se trata de un medio poco amable, mayoritariamente de suelos pobres, climas extremados y precipitaciones desiguales en gran parte del territorio, lo que le dota, por otra parte, de una riqueza y variedad paisajística, de flora y de fauna únicas en el continente.

El fenómeno del “vaciamiento” no escapa a las provincias periféricas, donde se produce a pequeña escala el problema del interior peninsular, pero lo podemos centrar en la Meseta y, específicamente, en las cordilleras periféricas de esta y en la franja fronteriza con Portugal.

Este amplio espacio tiene su base económica en las ayudas procedentes de la P.A.C. (Política Agraria Común), el FEOGA (Fondo Europeo Agrícola de Garantía) y FEADER (Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural).